lunes, 2 de febrero de 2009

Drácula, el de verdad

Drácula es una de las novelas de terror mejor construidas de toda la historia, no me cabe la menor duda. Lamento no haber hincado el diente mucho antes a este clásico de la literatura universal, porque se disfruta enormemente con este libro entre las manos.

El protagonista de la novela es el Conde Drácula; hombre tremendamente erudito y educado a la vez que poderosamente malvado. Alrededor de este diabólico personaje, giran otros más en la novela, pero en el sentido contrario: el del bien. Se trata de Jonathan Harker, Mina Murray (más tarde Mina Harker), el doctor Seward, el doctor Abraham Van Helsing, Lucy Westernra, Lord Arthur Holmwood (Lord Godalming), Quincey Morris y un loco, Renfield.

Con todos estos invitados, Bram Stoker fabrica una leyenda que no ha sido superada por ninguna otra del mundo de la literatura: la leyenda del Conde Drácula y de los vampiros. Algunos incluso ponen en duda de que se trate de un personaje imaginario.

La novela se desarrolla en dos escenarios bien distintos: el castillo del Conde, en Transilvania y Londres, ciudad donde Drácula espera universalizar su poder y donde se crea la comunidad decidida a acabar con este terrorífico personaje.

Durante su lectura recuerdo muchos episodios impactantes. Algunos como el momento en que Harker no ve al Conde reflejado en el espejo es memorable... el cuaderno de bitácora del capitán del barco que traslada en un ataúd a Drácula durante su travesía por el mar pone los pelos de punta... las visitas al cementerio de los doctores Seward y van Helsing en busca de la No Muerta... y muchos más que invito al lector a descubrir por sí mismo.

He visto todo tipo de obras sobre Drácula: películas, documentales, historietas, etc... No descubrí al verdadero hasta leer la obra de Stoker. Palabra.

2 comentarios:

  1. Hola David, estoy de acuerdo en todo.
    las películas sólo han conseguido vulgarizar el tema y restarle valor a esta novela que me parece magnífica.
    Leí este libro hace muchísimos años y me pareció tan creible que aún ahota tengo que dormir con una mano en el cuello. En serio.

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  2. Te creo en lo de tenr que dormir así... realmente es una novela para leer en silencio y sin nadie alrededor. Un saludo y gracias por visitar este blog.

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