lunes, 17 de enero de 2011

Pobres gentes / Dostoyevskii

Pobres gentes fue la primera obra que escribió Dostoyevski. La lectura del manuscrito original produjo gran entusiasmo en el editor Nekrásov y en el crítico Bielinski. En palabras de este último, en esta su primera obra, Dostoyevski crea un nuevo género literario, la “novela social”. Escrita en 1845, finalmente se publicó en 1846 por el citado Nekrasov en su "Almanaque Petersburgués". Dostoyevski se había inspirado para su libro en La capa, de Nikolái Gógol ("¡Le traigo a usted un nuevo Gogol!", decía Bielinski a Nekrásov), novela citada en su obra.

Escrita en forma epistolar, Pobres gentes se introduce en la vida de dos personas, Mákar Aleksiéyevich (firma las cartas como Makar Dievuschkin), un viejo e insignificante funcionario de bajo sueldo y Várvara Aleksiéyevna (lo hace como Várvara Dobroselov), joven huérfana y vecina de Mákar. A través de un intercambio de correspondencia, ambos personajes dan a conocer sus sentimientos, a la vez que relatan episodios de su vida. Las relaciones de ambos están fundadas en un extraño sentimiento, ora paterno, ora fraternal, que da la sensación de profunda amistad; pero durante la lectura de la obra, nos acompaña la sensación de que el viejo funcionario siente algo más por la joven...

Ambos viven en el umbral de la miseria y no les queda más remedio que aceptar el destino: aceptar los designios de la providencia es una constante en el carácter ruso; ya lo vemos en varias de las obras de Dostoyevski. Pero ese destino siempre muestra su cara más pesimista, como dejan entrever los personajes en la novela. Como le contaba Mákar a Várenka en una de sus cartas:

Así de pesimista se aparece ella en otra misiva:


“Todo se reduce a que ayer me enfrié un poco en el cementerio de Volkov, cuando fui a oír la misa de réquiem por la pobre mamá. ¿Por qué no vino usted conmigo?... Yo se lo había rogado. ¡Ah pobre madre mía, si tú levantaras la cabeza, si tú supieras lo que han hecho conmigo!”

Y la tragedia no se separa de ellos:


“...al tender luego la vista en torno mío, todo volví a encontrarlo como antes…, gris e insípido. Por todas partes las mismas manchas de tinta, las mismas mesas y los mismos papeles, e incluso yo mismo me había quedado como era antes, exactamente igual...”

"Ha tomado usted en un sentido totalmente distinto mis palabras. Se trata únicamente de una inclinación paternal, Várinka, pues yo vengo a ocupar, en la triste orfandad en que se encuentra, el puesto de un padre, se lo digo con toda mi alma y con un corazón puro. Pero sea como fuere, después de todo, soy algo pariente suyo, aunque muy remoto, acaso como dice el refrán: la última palabra del credo, pero al fin y al cabo, un pariente suyo, y ahora hasta puedo añadir que su mejor pariente y único protector.”

“Yo me volví a casa. Temblando de dolor, me arrojé en los brazos de mi madre. La estreché fuerte contra mi pecho, la besé y de pronto rompí a llorar. Y yo me apegaba angustiosamente a la única criatura que todavía me quedaba, como mi último consuelo, cual si la hubiese querido retener para siempre, a fin de que la muerte no pudiera arrebatármela...Pero la muerte se cernía ya sobre mi pobre madre...”

Pero a pesar de todo no se consideraban los más desgraciados. Eso pensaba Mákar cuando le contaba a Várenka la tragedia del pobre Gorschkov:

“Al poco rato llamó a su hijita, púsole las manos en la frente y empezó a aca¬riciarla. Luego volvióse de nuevo a su mujer:
–¿Dónde está Pétinka? ¿Nuestro Pétinka? –preguntó–. Nuestro Pétinka…
La mujer se santiguó y díjole que Pétinka se había muerto.
–Sí, es verdad; ya lo sé. ¡Pétinka está en el cielo!
Pero de pronto volvió en sí, despabilada de su ensimismamiento por cierta intranquilidad, y que entonces sorprendióla el silencio sepulcral que había en la habitación.
...Miró a la cama, y vio que su marido seguía acostado como hacía hora y medía. Entonces acercóse a él y lo tocó... Pero lo encontró ya frío, porque estaba muerto, hijita; se había muerto Gorschkov de repente, como herido del rayo ¡Sólo Dios sabe cuál habrá sido la causa de su muerte!”
Esto le sucedió al humilde Gorschkov justo después de haber ganado un juicio que le permitía sobrevivir un tiempo más. Es el destino de los humillados y de los ofendidos, de las pobres gentes que Dostoyevski retrata de forma magistral.

Digamos que se trata de una novela abierta: no conocemos el origen de los personajes, tampoco el final. Es un episodio en la vida de dos personas que, compartiendo la miseria, se consuelan a través de las cartas, declarándose profundo afecto y admiración.

No siempre reluce la simpatía entre los dos; así vemos varios giros de carácter durante la novela. Hay momentos en que se reprochan la conducta... Ella le reprocha a él que malgaste el dinero en borracheras...

“¡No sé lo que pasó por mí al contarme Fiodora que lo habían encontrado a usted ebrio en la calle y que la Policía había tenido que conducirlo a su casa! Me quedé de una pieza...”

Él le reprocha a ella la falta de consideración a su persona, hiriendo su orgullo, ese orgullo que Mákar muestra en diversas ocasiones...

“Mi querida Várinka: ¡Ah Várinka, Várinka! Ahora la culpa es suya, y habrá de pesar sobre su conciencia. Con su carta ha acabado usted con las últimas fuerzas de superioridad que me quedaban y me ha aturdido por completo...”
Pero siempre tienen miedo a perderse uno y otro y finalizan cada carta declarándose mutuo afecto.

Describe los sentimientos íntimos de los personajes con una sutileza inigualable:

“Me asaltaban entonces pesadillas. No puedo recordar ahora exactamente cuáles eran, pero sí recuerdo que eran unas pesadillas espantosas, que durante mi lucha con la fatiga, cada vez mayor, me atormentaban con turbias visiones. Me despertaba llena de sobresalto. La habitación estaba a oscuras; se había apagado la lamparilla. No tardaba en reanimarse la luna, y claro resplandor iluminaba el aposento, hasta que de nuevo volvía a quedar reducida aquélla a una llamita azulosa que proyectaba en las paredes sombras temblequeantes, para momentos después dejarlo todo sumido en casi completas tinieblas.”

Sorprende como a través de dos personas que se escriben, Dostoyevski, es capaz de introducir al resto de personajes que pueblan la novela: Pokrovskii, “un pobre estudiante” y su padre Zajar Petróvich; la “gruñona” Fiodora, la famlia Gorschkov, cuya tragedia describíamos más arriba; Sascha “una chica muy lista; pero ordinaria y vehemente hasta lo repulsivo”; Bukov, “buen amigo de Anna Fiodórovna”; Ratasayev “ese empleado en cuya habitación se celebran veladas literarias”; Yemelia Ilich “un compañero de oficina”; y un largo etcétera que descubrirás cuendo leas esta magnífica novela.

En esta obra Dostoyevski desnuda la mente de los personajes, desciende a las profundidades del alma humana y realiza un análisis psicológico de la sociedad en la que le toca vivir, mostrándo la situación social de los marginados, de los desheredados y de los más humildes que pueblan las calles de Petersburgo. Nos introduce de lleno en el realismo ruso. Con Pobres gentes disecciona toda una época, sus sentimientos más profundos. Deja relucir una sociedad divida en clases, gobernanda por el destino, ante el cual nada se puede hacer. En definitiva, el autor plasma la sociedad rusa del último cuarto del siglo XIX.

Referencias bibliográficas

  • Dostoievski, Fiodor. Obras completas. [traducción... del ruso, introducción, prólogos, notas y censo de personajes, por Rafael Cansinos Assens]. Madrid : Aguilar, 1949
  • Diccionario literario de obras y personajes de todos los tiempos y de todos los países. Bompiani, Valentino (ed. lit.). Barcelona : Hora, 1992. Vol. VIII, p. 160-161
  • Diccionario literario de obras y personajes de todos los tiempos y de todos los países. Bompiani, Valentino (ed. lit.). Barcelona : Hora, 1992. Vol. XI, p. 263-264
  • Martínez Fernández, Isabel. Unas palabras sobre Pobres gentes [en línea]. Eslavística Complutense. p. 57-65. http://revistas.ucm.es/fll/15781763/articulos/ESLC0303110057A.PDF

3 comentarios:

  1. leí esta novela y me ha encantado, sutil, ligera.
    un descenlace muy de su época. personajes predestinados a su suerte en la vida.
    estoy leyendo varias de sus obras...ojalá todas, no he podido encontrar humillados y ofendidos.
    gracias!

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  2. Gracias a ti por tu comentario!! Hay una edición de la editorial Aguilar con las obras completas de Dostoyevski donde puedes encontrar "Humillados y ofendidos"
    Un saludo y gracias

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  3. Lo he acabado hace unos días y me ha gustado mucho. Pero al terminarlo he querido conocer la opinión de otros lectores en cuanto a la relación de los dos protagonistas. Usted es el único que deja abierta la puerta a algo más que un simple amor fraternal de Makar hacia Varvara. Es algo que queda en el aire.
    Muchas gracias y un saludo

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